La banda de Manza edita tercer disco y el cantante reflexiona sobre el download, la melancolía de sus temas y su propio bajo perfil.
25.08.2011 | Por Nicolás Igarzábal Especial Para El Suplemento Sí!Si lleváramos la carrera de Manza al campo de las matemáticas, la recta de la relación bandas/discos sería in crescendo. Durante los ‘90, militó en Revolver (0 discos), Martes Menta (1 disco) y Menos que Cero (2 discos). Recién a partir de los 2000 pudo consolidarse con Valle de Muñecas (3 discos). Ya sea en su rol de músico como en el de productor (este año grabó a Tandooris, Norma, Nikita Nipone y Les Mentettes) siempre cultivó un perfil bajo. Tan bajo, ¡que ni siquiera figura en Wikipedia! “¿En serio? Es que soy así, no lo puedo evitar. No sé lo que es el perfil alto”, se sonroja.
Con VDM está estrenando nuevo disco, La autopista corre del océano hasta el amanecer , frase tomada del primer tema. El segundo ( Gotas en la frente ) y el tercero ( Cuentos para no dormir jamás ) los compuso con Flopa Lestani, vieja compañera de ruta desde aquel proyecto de trío que renovó la escena indie en 2003 (ver Tres...
). “Nos juntamos antes de la vuelta del año pasado, porque yo estaba en una especie de vacío letrístico y no podía terminar los temas. Entonces se vino al estudio, le pasé algunas letras y nos pusimos a trabajar”.
–Tus canciones tienen algo de melancolía, ¿de dónde viene?
–Me sale así cuando escribo, no sé qué es la melancolía en realidad. Son momentos de emociones extremas que tenemos todos. En los instantes de inspiración empiezan a salir cosas y es como una aplanadora. Tengo épocas así y otras en que no sale nada por semanas. Siempre que termino una canción que me gusta, pienso: “Ojalá que no sea la última”.
–¿Sos de sumar nuevas influencias a la hora de entrar a grabar?
–Las influencias son las que uno siempre tuvo y uno las va activando en su cabeza según la época. Soy de escuchar bandas nuevas, creo que en los últimos años salieron muchas que me gustaron, como Arctic Monkeys, Babyshambles, Black Keys o MGMT. Al trabajar con otras bandas estoy todo el tiempo intercambiando información musical.
–El disco anterior (“Folk”) es de 2007, ¿por qué tardaron tanto?
–Tuvimos un período de bajón en 2008 cuando cambiamos de guitarrista, hubo un proceso de adaptación. Empezamos a adaptar temas viejos y a tocar los nuevos, y recién cuando terminamos los nuevos, sentimos que éramos una banda de nuevo. Ahora la idea es grabar más seguido y colgar canciones en la web, como una serie de EPs virtuales, por fuera de la discografía oficial.
–¿Cómo te llevás con el download?
–Es inevitable, no se puede luchar contra eso. Casi todos los músicos seguimos pensando la obra en términos de discos. A mí, particularmente, me gusta tener el objeto, es la culminación de la obra terminada. Pero quizás el disco termine siendo como fue el vinilo durante años, algo para coleccionistas. La música puede dejar de salir en un formato físico, pero nunca va a desaparecer.
Manza sueña con subir un escaloncito más para llegar a lugares como Niceto o La Trastienda. “Es que nos gusta tocar fuerte, la música que hacemos nosotros no es para que la gente esté en mesitas. Los shows en bares me encantan, porque tienen la mística de la cultura rock, pero hay gente a la que le hincha las pelotas”, opina.
“Esta es una gran época para el rock, pero el público no acompaña como antes solía hacerlo. En los ‘90 vos ibas a ver shows al Arlequines o a La Luna sin importar quién tocaba. Hoy eso no existe: la gente tiene mucho más entretenimiento en su casa y cuesta mucho sacarla de ahí. Hay un montón de bandas que están buenas, pero no hay ninguna que asome claramente a la superficie. Falta renovación: hay que construir una alternativa fuerte para empujar desde abajo”.
FUENTE SUPLEMENTO SI DEL CLARIN
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